viernes, 16 de junio de 2023

Cremas Naturales: Un enfoque saludable para el cuidado facial

¡Hola a todos!

Hacía tiempo que no pasaba por aquí, así es que decidí escribir un nuevo post sobre las cremas naturales, digamos que quiero hacer un recuento de todo lo que he dicho hasta ahora.

En la búsqueda de una alternativa más natural y personalizada para el cuidado de la piel, la cosmética casera ha ganado popularidad en los últimos años. Preparar tus propias cremas te permite controlar los ingredientes, adaptarlas a tus necesidades y evitar productos químicos agresivos. A lo largo de estos años, en mi blog, he compartido mi pasión por la cosmética con ustedes, y lo he hecho con mucho cariño y sobre todo con seriedad, para poder trasmitir conceptos que puedan ayudar a otros a realizar sus propios cosméticos en casa. Es por este motivo que en este post quiero hacer una recapitulación sobre el tema de las emulsiones, tipos, los ingredientes de una emulsión base, el pH en las cremas, los aceites naturales y los activos utilizados en las cremas. Entonces empecemos con el tema.


Las emulsiones:

Las emulsiones son sistemas coloidales en los que dos líquidos inmiscibles se mezclan para formar una suspensión estable. En el contexto de las cremas, las emulsiones se refieren a la mezcla de una fase acuosa y una fase oleosa para obtener una textura suave y cremosa. Estas emulsiones son esenciales en la formulación de cremas naturales para el cuidado de la piel.

Tipos de emulsiones:

Existen dos tipos principales de emulsiones utilizadas en las cremas: las emulsiones aceite en agua (O/W) y las emulsiones agua en aceite (W/O).

Emulsiones Aceite en Agua (O/W):

En las emulsiones O/W, el agua es la fase continua y el aceite se dispersa en forma de pequeñas gotas. Estas emulsiones son livianas, no grasosas y se absorben fácilmente en la piel. Son ideales para personas con piel grasa o mixta, ya que proporcionan hidratación sin dejar una sensación pesada.

Emulsiones Agua en Aceite (W/O):

En las emulsiones W/O, el aceite es la fase continua y el agua se dispersa en forma de pequeñas gotas. Estas emulsiones son más ricas y proporcionan una mayor barrera de hidratación. Son adecuadas para personas con piel seca o madura, ya que ayudan a retener la humedad y proporcionan una sensación más nutritiva.

Ingredientes de una emulsión base:

Una emulsión base para cremas naturales generalmente incluye los siguientes componentes:

Fase acuosa: Esta fase contiene agua, hidrolatos o infusiones de plantas, que proporcionan hidratación y propiedades beneficiosas para la piel.

Fase oleosa: La fase oleosa puede incluir aceites vegetales naturales, mantecas o ceras, que nutren y suavizan la piel.

Emulsionantes: Los emulsionantes son ingredientes clave que ayudan a unir las fases acuosa y oleosa de la emulsión. Algunos ejemplos comunes son la cera de abejas, la lecitina o los emulsionantes naturales derivados de plantas.

Activos y aditivos: Se pueden agregar activos naturales como extractos de plantas, vitaminas, antioxidantes o ingredientes específicos para abordar necesidades específicas de la piel, como la vitamina C para iluminar o el ácido hialurónico para hidratar.

 

El pH en las cremas:

El pH es un factor importante que considerar en las cremas. La piel tiene un pH ligeramente ácido, alrededor de 5.5, que se considera óptimo para su salud y función adecuada. Es esencial seleccionar ingredientes y ajustar el pH de las cremas para que sean compatibles con el pH de la piel, evitando así cualquier irritación o desequilibrio.

El pH se refiere al nivel de acidez o alcalinidad de una sustancia y es una medida en una escala de 0 a 14, donde 7 es considerado neutro. La piel tiene un manto ácido, una capa protectora compuesta por una combinación de sudor, sebo y microorganismos beneficiosos. El pH óptimo de la piel se sitúa alrededor de 5.5, ligeramente ácido. Este pH ácido ayuda a mantener la función barrera de la piel y protege contra la proliferación excesiva de bacterias, hongos y otros microorganismos dañinos.  Cuando el pH de la piel se desequilibra, puede surgir una serie de problemas. Si el pH se vuelve demasiado alcalino, por encima de 5.5, la piel puede volverse seca, sensible y propensa a la irritación. Por otro lado, si el pH se vuelve demasiado ácido, por debajo de 5.5, puede llevar a un aumento de la producción de sebo, desencadenando problemas como el acné y la piel grasa. La importancia del pH en las cremas radica en que estas deben ser formuladas para ser compatibles con el pH natural de la piel. Cuando una crema tiene un pH similar al de la piel, es más probable que se absorba de manera efectiva y brinde los beneficios deseados. Es importante destacar que diferentes partes del cuerpo tienen pH distintos. Por lo tanto, las cremas formuladas para áreas específicas del cuerpo deben tener en cuenta el pH adecuado para esa zona en particular.

Principales tipos de pH según las zonas de la piel:

Rostro: La piel facial tiene un pH ligeramente ácido, generalmente alrededor de 5.5. Esto ayuda a mantener la barrera protectora de la piel y a prevenir la proliferación excesiva de bacterias.

Cuero cabelludo: El pH del cuero cabelludo puede variar entre ligeramente ácido y ligeramente alcalino, generalmente entre 4.5 y 5.5. Un pH equilibrado en el cuero cabelludo ayuda a mantener un ambiente saludable para el cabello y el cuero cabelludo.

Cuerpo: La piel del cuerpo puede tener un pH ligeramente más alto que el de la cara y el cuero cabelludo, normalmente alrededor de 5.5 a 6.5. Sin embargo, el pH puede variar según las áreas específicas del cuerpo.

Axilas: Las axilas tienden a tener un pH más bajo debido a la presencia de glándulas sudoríparas y apocrinas. El pH en esta área puede oscilar entre 4.5 y 6.0.

Zonas íntimas: Las zonas íntimas, como el área vaginal, tienen un pH más ácido para mantener un equilibrio saludable de la flora bacteriana. El pH vaginal normalmente varía entre 3.8 y 4.5. 

Estos rangos de pH son solo guías generales y pueden variar ligeramente de una persona a otra.

Aceites naturales:

Los aceites naturales son componentes esenciales en las cremas. Siendo los más comunes: el aceite de coco, aceite de jojoba, aceite de rosa mosqueta y aceite de almendras. Estos aceites brindan hidratación, nutrición y propiedades beneficiosas para la piel, como antioxidantes y ácidos grasos esenciales.

Los activos:

Los activos en las cremas son ingredientes adicionales que proporcionan beneficios específicos para la piel. Pueden incluir extractos de plantas, como el aloe vera para calmar la piel o el té verde como antioxidante. También se utilizan vitaminas, como la vitamina E, y ácidos, como el ácido salicílico, para abordar problemas específicos de la piel, como la luminosidad o el acné.

Los conservantes y su importancia en las cremas:

Los conservantes son ingredientes clave en las cremas y otros productos cosméticos para prevenir el crecimiento de bacterias, levaduras y hongos, garantizando así su seguridad y durabilidad. Debido a que las cremas contienen agua y otros ingredientes propicios para el crecimiento microbiano, los conservantes son esenciales para evitar la contaminación y el deterioro del producto. También ayudan a mantener la eficacia de los activos y aseguran que la crema sea segura para su uso a lo largo de su vida útil.

Al no contar con la tecnología y pruebas de estabilidad de los fabricantes comerciales, las cremas caseras pueden tener una vida útil más corta y ser más susceptibles a la contaminación microbiana. Por lo tanto, es recomendable almacenarlas adecuadamente y usar conservantes naturales para ayudar a prolongar su vida útil.

Higiene y esterilización:

Es fundamental mantener una buena higiene durante todo el proceso de elaboración de las cremas caseras para evitar la contaminación microbiana.

Para esterilizar un frasco al realizar una crema en casa, sigue estos pasos:

Limpieza: Lava el frasco y la tapa con agua caliente y jabón para eliminar cualquier residuo o suciedad. Enjuágalo bien con agua limpia.

Ebullición: Llena una olla con agua y sumerge el frasco y la tapa en ella. Asegúrate de que estén completamente sumergidos. Hierve el agua durante al menos 15 minutos para esterilizar el frasco y la tapa. Esto ayudará a eliminar cualquier bacteria o microorganismo presente.

Secado: Retira el frasco y la tapa con pinzas o utensilios esterilizados y colócalos boca abajo sobre una toalla de papel limpia para que se sequen al aire. Evita tocar el interior del frasco y la tapa con las manos u otros objetos que no estén esterilizados.

Uso inmediato: Utiliza el frasco esterilizado de inmediato para llenarlo con la crema casera que hayas preparado. Es importante evitar dejar el frasco destapado durante mucho tiempo para evitar la contaminación.

Recuerda que la esterilización es un paso importante para asegurar la seguridad y la vida útil de una crema hecha en casa. Además, asegúrate de trabajar en un ambiente limpio y utilizar utensilios y herramientas limpios y desinfectados con alcohol durante todo el proceso de elaboración.

Cuidados para tener en cuenta: 

Higiene: Es esencial trabajar en un ambiente limpio y esterilizar los utensilios, recipientes y superficies para evitar la contaminación microbiana.

Ingredientes de calidad: Utiliza ingredientes frescos y de alta calidad. Opta por aceites vegetales prensados en frío, mantecas puras y extractos de plantas sin aditivos.

Conocimiento de los ingredientes: Investiga y comprende las propiedades y beneficios de los ingredientes que planeas usar. Asegúrate de que sean seguros y apropiados para tu tipo de piel.

Selección de la receta: Elije una receta adecuada para tu tipo de piel y las necesidades específicas que deseas abordar, como hidratación, luminosidad o anti-envejecimiento.

Medición precisa: Sigue las proporciones y medidas indicadas en la receta. Una balanza de cocina y utensilios de medición son útiles para obtener resultados precisos.

Proceso de emulsificación: Sigue las instrucciones de la receta para mezclar los ingredientes de forma adecuada.

Envases adecuados: Utiliza frascos de vidrio oscuro o ámbar, que ayudan a proteger las cremas de la luz y el calor. Asegúrate de que los recipientes estén limpios y esterilizados antes de llenarlos.

Almacenamiento: Guarda las cremas en un lugar fresco, seco y oscuro, lejos de la luz directa del sol y fuentes de calor. Esto ayudará a preservar su calidad y vida útil.

Duración: Las cremas caseras generalmente tienen una vida útil más corta que las comerciales. Etiqueta tus productos con la fecha de elaboración y un tiempo estimado de caducidad (por ejemplo, 3-6 meses) para recordar cuándo es mejor reemplazarlos.

En conclusión:

La cosmética casera ofrece una alternativa interesante para aquellos que buscan un cuidado de la piel más natural y personalizado. Siguiendo los cuidados necesarios, aprendiendo sobre los diferentes tipos de emulsiones y el pH adecuado, y conservando las cremas correctamente, puedes disfrutar de los beneficios de productos hechos en casa. Explora, experimenta y descubre la belleza de la cosmética casera en tu rutina de cuidado de la piel.

 Hasta la próxima.

 Erika Ramírez.

 


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